La grandeza del Señor
Salmo de David.
1 Te alabaré de todo corazón,
y ante todos los dioses te cantaré salmos.
2 De rodillas, y en dirección a tu santo templo,
alabaré tu nombre por tu misericordia y fidelidad,
por la grandeza de tu nombre
y porque tu palabra está por encima de todo.
3 Cuando te llamé, me respondiste,
y mi alma desfallecida se llenó de vigor.

4 Señor, ¡que todos los reyes de la tierra
te alaben al escuchar tu palabra!
5 ¡Que alaben tus caminos, Señor,
porque grande, Señor, es tu gloria!
6 Tú, Señor, estás en las alturas,
pero te dignas atender a los humildes;
en cambio, te mantienes alejado de los orgullosos.

7 Cuando me encuentre angustiado,
tú me infundirás nueva vida;
me defenderás de la ira de mis enemigos,
y con tu diestra me levantarás victorioso.
8 Tú, Señor, cumplirás en mí tus planes;
tu misericordia, Señor, permanece para siempre.
Yo soy creación tuya. ¡No me desampares!
Dios es bondadoso
SALMO 138 (138)
(1a) Himno de David.
1 1 (1b) Dios mío,
¡quiero alabarte de todo corazón!
¡Quiero cantarte himnos
delante de los dioses!
2 Quiero ponerme de rodillas
y orar mirando hacia tu templo;
quiero alabarte
por tu constante amor.
Por sobre todas las cosas,
has mostrado tu grandeza,
has hecho honor a tu palabra.
3 Te llamé y me respondiste;
me diste nuevas fuerzas.

4-5 Dios mío,
¡grande es tu poder!
Te alabarán los reyes de este mundo
cuando escuchen tu palabra
y sepan todo lo que has hecho.

6 Dios mío,
tú estás en el cielo,
pero cuidas de la gente humilde;
en cambio, a los orgullosos
los mantienes alejados de ti.
7 Cuando me encuentro en problemas,
tú me das nuevas fuerzas.
Muestras tu gran poder
y me salvas de mis enemigos.
8 Dios mío,
tú cumplirás en mí
todo lo que has pensado hacer.
Tu amor por mí no cambia,
pues tú mismo me hiciste.
¡No me abandones!