Los israelitas volverán a Jerusalén
1 Isaías anunció:

«¡El desierto florecerá
y la tierra seca dará fruto!
2 Todo el mundo se alegrará
porque Dios le dará al desierto
la belleza del monte del Líbano,
la fertilidad del monte Carmelo
y la hermosura del valle de Sarón.

3 »Fortalezcan a los débiles,
den fuerza a los cansados,
4 y digan a los tímidos:

“¡Anímense, no tengan miedo!
Dios vendrá a salvarlos,
y a castigar a sus enemigos”.

5 »Entonces se abrirán
los ojos de los ciegos
y se destaparán
los oídos de los sordos;
6-7 los que no pueden andar
saltarán como venados,
y los que no pueden hablar
gritarán de alegría.

»En medio del árido desierto
brotará agua en abundancia;
en medio de la tierra seca
habrá muchos lagos y manantiales;
crecerán cañas y juncos
donde ahora habitan los chacales,
8 en pleno desierto habrá un sendero
al que llamarán “Camino Sagrado”.

»No pasarán por ese camino
ni los impuros ni los necios;
9 no se acercarán a él
ni los leones ni otras fieras.
Ese camino es para los israelitas,
que han estado prisioneros,
10 pero que Dios va a liberar.
Y ellos entrarán en Jerusalén
cantando con mucha alegría,
y para siempre vivirán felices.
Se acabarán el llanto y el dolor,
y solo habrá alegría y felicidad».