La vida en los tiempos de La Biblia | Cuidado del infante

Cuidado del infante.

Por años los Orientales de las tierras bíblicas han cuidado los niños tal como cuando Jesús nació. En vez de permitir al niño el libre uso de sus extremidades, se enreda de manos y pies con bandas de pañales, y así lo convierten en un bulto desvalido semejante a una momia.

Al nacer, al niño se le baña y se frota con sal; con sus piernas juntas y sus brazos a los lados, es envuelto apretadamente con bandas de lino o de algodón de diez a doce centímetros de ancho, y de cuatro a cinco metros de largo. La venda también se pasa bajo su barba y sobre su frente. 

El profeta Ezequiel indica que estas mismas costumbres al nacimiento del niño se practicaban en su tiempo. «Cuando la fundaron, fue como una niña abandonada al nacer. Nadie se interesó por ella, ni la cuidó ni le cortó el ombligo. Nadie la bañó, ni la frotó con sal, ni la envolvió en pañales…» (Ezequiel 16:4). 

Todos estamos familiarizados con las palabras de Lucas, de cómo cuidaron al niño Jesús: «Hallaréis al niño envuelto en pañales, echado en un pesebre» (Lucas 2:12).