La vida en los tiempos de La Biblia | Los desposorios

Los desposorios.

Una promesa de matrimonio entre los judíos de los tiempos bíblicos podía ser un acuerdo sin compromiso formal. Podría haber varios compromisos de esta clase, que se quebrantaban. Eran los desposorios los que unían, más bien que una sencilla promesa. La promesa podía hacerse a un lado, pero el contrato de esponsales era considerado como final.

Entre los antiguos hebreos los desposorios constituían un pacto hablado. Ezequiel representa a Dios como casándose con Jerusalén, y las siguientes palabras son las que usa: “La puse entonces bajo mi cuidado, y me comprometí a amarla para siempre, como si ella fuera mi mujer y yo su marido.” (Ezequiel 16.8-9) Después del exilio de Israel, los desposorios incluían un documento escrito y firmado de matrimonio.

Los desposorios se celebraban de la siguiente manera: Las familias del novio y de la novia se reunían con algunas otras que servían de testigos. El joven daba ya a la novia un anillo de oro o algún otro artículo de valor, o simplemente un documento en el que le prometía casarse con ella. Entonces ella decía: “Veis por este anillo –o esta señal– que tú estás reservado para mí, de acuerdo con la ley de Moisés y de Israel”.

Los desposorios no eran lo mismo que el matrimonio. Por lo menos pasaba un año entre uno y otro. Estos dos eventos no deben confundirse. La ley dice: “¿Y quién se ha desposado con mujer y no la ha tomado?” (Deuteronomio 20.7). Estos dos eventos se diferencian: entre desposar a una esposa y tomarla en matrimonio efectivo. Era durante este período de un año, entre el desposorio y el matrimonio, que María se halló haber concebido un hijo por el Espíritu Santo.